Es una prueba prenatal que se realiza a madres embarazadas de más de 10 semanas de gestación. A partir de la sangre periférica extraída a la madre gestante se aísla el ADN fetal para detectar la presencia o ausencia de anomalías cromosómicas que puede presentar el feto, con una certeza >99.9%. Esta prueba se realiza de una manera segura e indolora para la madre